La mejor manera de fallar en el cambio político es hacer lo que todos hayan hecho durante cientos de años: movimientos basados en políticas.
Ahora al principio parece lógico. Las personas se preocupan por los problemas, particularmente los que los afectan personalmente.
El problema es que nadie va a estar de acuerdo en los problemas políticos más importantes. Y no van a estar de acuerdo con qué problemas son más importantes.
Si desea formar una parte basada en el aborto, la inmigración, la política de impuestos, etc., es probable que aliende aproximadamente la mitad de la población al principio. Cuantos más problemas tomes, más personas alienas.
Debido a que esto es lo que se ha hecho, las personas se encuentran generalmente en una de un par de partes principales, que podrían tener desacuerdos significativos. Pero se quedan con él porque temen a la parte opuesta que apoya una posición sobre un tema que encuentran particularmente inaceptable.
Debido a la forma en que se estructura el proceso, las personas se encuentran votando por los dos males en cada ciclo electoral, y a menudo son miserables con quien sea que voten.
¿Qué pasa si cambiamos el proceso para que le permitiera expresar mejor su voluntad política sin tener el remordimiento del comprador sobre las elecciones?
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